Entrevistamos a Jesús Laborda, Presidente de la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), organización en la que se han integrado las empresas que hasta ahora formaban parte de ASESAN, ASELAC y ANEXPA.
¿Por qué se crea la AEA y por qué ahora?
Porque desde hace años entendíamos que era bueno para el sector unir fuerzas, y con la integración en la AEA por fin el sector del aluminio está reunido bajo un mismo paraguas, al igual que en el resto de países europeos. Además, este proyecto tiene el apoyo de las asociaciones europeas con las que estaban anteriormente conectadas las asociaciones fundadoras de AEA.
Hemos completado precisamente ahora esta integración sectorial porque en un momento difícil para el sector, como lo es el momento actual, es mejor actuar unidos que hacerlo por separado. Existen muchos temas en común que hay que abordar y creemos que es mejor hacerlo desde una plataforma única que cuente con el apoyo de todos.
Además, vamos a aprovechar toda la experiencia acumulada por las tres organizaciones fundadoras y muy especialmente la experiencia y el recorrido de los dirigentes en la nueva asociación. Hay muchas ganas de trabajar en conjunto.
¿Qué ofrece la AEA a los miembros de las tres asociaciones anteriores, que no tenían antes?
Ofrecemos una organización que aglutina a todas las empresas que desarrollan su actividad en los ámbitos relacionados con la fabricación, tratamiento, elaboración y comercialización de productos obtenidos del aluminio, es decir, toda la cadena de valor del aluminio en España.
Ofrecemos un cauce de representación único y poderoso, a través del cual se puedan canalizar las propuestas y las opiniones de cada uno de los sub-sectores hacia las distintas administraciones y organismos, hacia todo tipo de entidades públicas y privadas en España y en el extranjero, y hacia el mercado en general.
Ofrecemos también una infraestructura de servicios a las empresas más eficiente y adecuada al prestarse por una entidad que reúne al conjunto del sector.
¿La creación de la AEA va a reforzar las acciones que venían haciéndose por separado?
Para las empresas asociadas significa, por ejemplo, tratar con un único Licenciatario General cualquiera que sea la Marca de Calidad con la que trabajan o en la que están interesadas. Pero es que también vamos a reforzar la cooperación y el intercambio de información entre los miembros.
Y vamos a conseguir la influencia en el ámbito institucional que nuestro sector se merece. En el plano internacional realizando tareas de coordinación de las marcas de calidad y de defensa de la posición de la industria española.
En el ámbito nacional queremos tener información, acceso y capacidad de influencia ante los responsables públicos de las decisiones institucionales que puedan afectar al sector.
Y también queremos hacernos un sitio, disponer de un lugar preferente desde el cual podamos tener información, acceso y capacidad de influencia en las organizaciones de carácter privado con las que necesitemos colaborar.
¿Qué espera conseguir la AEA en su primer año de funcionamiento?
En primer lugar, potenciar el mercado del aluminio y sus tratamientos. Esto es lo más importante, lo que no debemos olvidar: Tenemos que asegurar el presente y el futuro de nuestras empresas.
Para ello pretendemos unir a máximo número de empresas del sector para tener la fuerza necesaria que nos permita defender nuestra postura.
También esperamos contribuir de manera decisiva a mantener la buena imagen del aluminio y de sus tratamientos ante usuario final y dar a conocer los sellos de calidad y mantener su relevancia.
Finalmente, esperamos convencer para que se integren en AEA al resto de sectores de la cadena de valor (suministradores de metal base, gamistas, almacenistas, fabricantes de accesorios etc.)
¿Cuál va a ser la estructura de la nueva asociación? ¿Se van a crear nuevas áreas de actuación?
Hemos diseñado una estructura muy liviana y muy funcional, que se irá ampliando en caso necesario, con un Área de Lobby que exponga y defienda la postura de nuestro sector ante las más variadas instancias, un Área de Comunicación (sobre el producto, sobre la industria, y sobre las Marcas de Calidad) y un Área de Servicios a las empresas (que incluye marcas de calidad, formación, ensayos, I+D+I, medioambiente, comercio exterior, etc.).
Mención especial merece el impulso decisivo que pretendemos dar al Área de Estadísticas del sector en aspectos de producción y demanda, tanto de los mercados nacionales, como los datos de exportación, que son muy importantes.
¿Por qué aluminio? ¿Cuál es el futuro de este metal?
El aluminio es un material completamente sostenible gracias a su ciclo de vida, que va “de la cuna a la cuna” . El aluminio es el segundo componente de la corteza terrestre, y en consecuencia inagotable. Es un metal ligero, su peso es un tercio del peso del acero y nos ayuda a reducir el peso en todas las aplicaciones, para la automoción y el transporte, por ejemplo, contribuyendo efectivamente a reducir el consumo de combustible.
El aluminio permite diseñar aplicaciones ligeras y que contribuyen a la eficiencia energética en la construcción (hoy en día con las carpinterías de rotura de puente térmico, se consiguen coeficientes de transmitancia térmica en el valor del hueco homologables con los materiales más aislantes).
Debido a sus múltiples y variadas propiedades, el aluminio nos sirve, tanto como una barrera eficiente frente al aire y a la luz, como para usos alimentarios. Por ejemplo, sólo hace falta una cantidad mínima de aluminio para envasar comida y bebida.
¿En qué aspectos medioambientales o de sostenibilidad es el aluminio más fuerte?
Vayamos por partes: El ciclo de vida del aluminio es infinito, se estima una vida útil de entre 20 y 30 años en el transporte y de entre 50 y 80 años en la construcción. Además, el aluminio tiene unas tasas de reciclaje impresionantes, de más del 90% en aplicaciones para el transporte y la construcción y de más del 55% en los envases (en algunos países llega hasta el 90%).
De esta manera, podemos afirmar que más del 70% de todo el aluminio producido desde que se fabrica a nivel industrial sigue estando actualmente en uso y estará ahí para que lo utilicen las generaciones futuras, reciclándolo, y a un coste energético mucho menor al que hemos pagado hasta ahora, ya que el Aluminio es como un enorme banco de energía.
En efecto, el reciclaje del aluminio ahorra un 95% de energía con respecto a la energía que fue necesaria para la producción primaria, sin olvidar que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, ayuda a conservar las materias primas naturales y que, por ser el aluminio infinitamente reciclable, en este proceso no pierde ninguna de sus propiedades.
¿Cuáles son las claves del sector (unido) para sobrevivir a la crisis?
Debemos incidir sobre la sostenibilidad, sobre la eficiencia energética de los edificios y sobre la innovación en los materiales y perfiles.
Los consumidores están más informados y son más conscientes. Queremos trabajar para que ellos mismos sean exigentes con las calidades y garantías que ofrecemos a través de la trazabilidad de las materias primas utilizadas en los procesos y los sellos de calidad que nos certifican.
Pero también hay que incidir sobre los nuevos usos del aluminio que incluyen aspectos sustanciales como el lightweighting en los vehículos, o la contribución al desarrollo de las energías renovables a través de los paneles fototérmicos y fotovoltaicos.
Por otro lado, somos una industria netamente explotadora tanto en Europa, como en África y América.
¿Cómo ha recibido el sector la noticia de la fusión?
Para muchos es una “nueva” asociación, aunque se trata de una refundación. Hay que cambiar la forma de pensar de los miembros, acostumbrados a operar de una forma determinada en sus antiguas asociaciones. El hecho de unir fuerzas permite nuevas oportunidades para actuar, crecer, mejorar, innovar, etc.
¿El sector está concienciado de los nuevos retos a los que se enfrenta? ¿Cómo lograr esto?
Antes teníamos demasiada dependencia de la construcción. Ahora hay que centrarse en nuevas oportunidades.
Las empresas que hemos llegado hasta aquí, somos las que hemos hecho bien las cosas, tanto dentro como fuera de nuestras casas, y estamos preparadas para seguir haciéndolas.
Las dificultades que acechan a todos los sectores, cuestiones como el incremento de la morosidad y de falta de financiación, son retos muy importantes para todos. Pero estos retos los superaremos con mucho trabajo y disciplina en el día a día.
Con el esfuerzo que todos ponemos, compartiendo las informaciones y experiencias que tenemos del sector, y trabajando por mejorarlo, estoy seguro de que lo lograremos.
