Por: Departamento de Tratamientos de Superficies por Vibración de CONIEX®
Como bien se sabe, en la técnica del tratamiento de superficies por vibración se utilizan abrasivos de plástico y de cerámica que, dentro de una cuba vibrante, adquieren un movimiento libre que les da la energía necesaria para impactar contra las piezas a pulir y, mediante la fricción, eliminan el material sobrante de la superficie de dichas piezas.
Tradicionalmente, el proceso requiere la presencia de agua y, en la mayoría de casos, también son necesarios compuestos químicos que, formulados de manera distinta, pueden facilitar el trabajo, obteniendo las siguientes ventajas:
– Lubrifican el contacto entre los abrasivos y las piezas a tratar.
– Uniforman su movimiento dentro de la cuba vibrante.
– Mantienen limpia la mezcla de trabajo.
– Previenen la formación de barros durante el tratamiento.
– Evitan la recolocación de partes metálicas sobre la superficie de las piezas a tratar.
– Aumentan la agresividad de los abrasivos.
– Facilitan la obtención de superficies brillantes.
La desventaja del tratamiento por vibración en húmedo es la formación de residuos fangosos que, junto a los compuestos químicos, necesitan tratamientos complejos y costosos para poder ser eliminados mediante los sistemas de desagüe apropiados. Los residuos formados durante los procesos de vibración pueden contener:
– Resina plástica.
– Argila vetrificada.
– Suspensiones oleosas.
– Suspensiones acuosas de partículas abrasivas.
– Polvo metálico.
– Polvo abrasivo disperso en los barros residuales.
El resultado es que en algunos casos, el tratamiento de los residuos fangosos de los procesos de vibración es más complejo y costoso que el mismo tratamiento de acabado de las piezas.
En todo el mundo se sabe que el uso de agua con fines industriales es, y será siempre, cada vez más problemático. Para afrontar las exigencias medioambientales, International Chips S.r.l., en colaboración con CONIEX®, después de 6 años de I+D+i, han desarrollado la línea de productos ECOS, unos abrasivos para el tratamiento por vibración en SECO.
Los abrasivos ECOS permiten obtener superficies perfectamente pulidas sin necesidad de utilizar agua o cualquier otro líquido, reduciendo así el impacto medioambiental y los relativos costes de trabajo.
El uso de los abrasivos ECOS no siempre requiere una nueva instalación, sino que es suficiente equipar el vibro existente con una tapa y un aspirador especialmente diseñados para recoger el polvo generado durante el proceso.
Esta instalación permite el eficaz pulido, acabado y rebabado de cualquier tipo de material, metálico y no metálico, y en particular todos aquellos metales que se oxidan fácilmente con el agua, como por ejemplo el hierro, el acero y aleaciones de cinc, así como latón y aluminio.
Los abrasivos tradicionales para los procesos en húmedo contienen resinas de poliéster y/o ureicas, cuya fórmula necesita del 30% al 60% de resina para garantizar la solidez de los mismos abrasivos, con lo cual, los cristales del polvo abrasivo presente están totalmente cubiertos de resina, perdiendo así parte de su eficacia.
El polímero utilizado en la producción de los abrasivos ECOS no es de naturaleza plástica, tiene elevadas características mecánicas y garantiza la perfecta cohesión entre el polvo abrasivo y la misma resina, lo cual garantiza el contacto directo de los cristales abrasivos con la superficie de las piezas a tratar. Éste es el motivo de una mayor agresividad y, por tanto, una disminución de las horas de trabajo en comparación con el proceso en húmedo.
Los abrasivos ECOS están disponibles en diferentes formas como cónica, parabólica, gota, cilíndrica, etc. y en diversas medidas desde 12 a 60 mm.
También hay diferentes tipos de calidades dependiendo de las aplicaciones requeridas como rebabado, pulido y, en general, acabado de todo tipo.
Las propiedades elásticas de la resina presente en los abrasivos ECOS permiten obtener:
– Acabados con una mejor rugosidad.
– Mayor eficacia del vibro ya que permite un aumento de la cantidad de piezas por ciclo.
– Mayor eficacia de corte y como consecuencia, ciclos de trabajo más cortos.
Además, con los procesos en seco se obtienen:
– Piezas perfectamente secas y, en el caso de las piezas de acero, listas para su almacenamiento sin necesidad de pasivación.
– Total ausencia de barros.
– El polvo generado durante el proceso es 10 veces inferior a la cantidad de barros producidos durante el proceso de vibración en húmedo.
– Reducción de los costes de pulido del 30% al 150%, según las piezas tratadas.
– Reducción drástica del consumo de abrasivos en comparación con el proceso en húmedo.
– Reducción de los costes de eliminación de residuos.
Mientras que para la eliminación de los barros formados durante el proceso en húmedo se requiere un tipo de tratamiento especial, los abrasivos ECOS se fabrican con materias primas que convierten el polvo generado durante el proceso de trabajo en sustancia no peligrosa y, por tanto, su eliminación no precisa de tratamientos preventivos de ningún tipo.
CONIEX® se encarga de la distribución exclusiva de los abrasivos ECOS dentro del mercado español y portugués, y el Departamento Técnico está a su disposición para efectuar las debidas pruebas de laboratorio en sus instalaciones de Palau-Solità i Plegamans, Barcelona.